La oscuridad era espesa,no podia ni moverne,espere no s cuantas horas hasta que vi una luz cada vez mas intensa.
Intente gritar pero era inutil,mis palabras no salian por mi boca.
Desperte y pude recordar quien era y lo sucedido,me puse de pie y camine sin ninguna prisa camino a casa.
Por mucho que toque la puerta,nadie salio,nadie me escucho.
Entoces senti por primera vez solo,confundido,sentado,abatido.Se acerco un gatito sucio y raquitico.Tenia el aspecto de esos viajeros que pasan semanas sin comer,ya no tenia mas dudas,estaba yo muerto. La luz de ese gatito, la certeza de que cosas maravillosas me quedaban por ver.
Cuando mama regreso del entierro,llorosa y desconsolada,se encontro en el umbral de casa un diminuto gatito tembloroso de frio,no lo dudo,la acaricio.Sus ojos marchitos del lloro,recobraron la luz, aquella luz que tanto me confundia.
Tomo ala raquitica criatura y la rodeo con toda ternura,y entraron juantos en aquella casa,en la que yo vivia.
AVECES la muerte nos asusta,pero la vida siempre resiste y algo nos dice que hay una luz en la oscuridad de la muerte.




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